Orígenes del Modelo Minnesota
El modelo de tratamiento Minesota surge de la llamada “Experiencia Minnesota” alrededor del año 1950, en tres centros pioneros del tratamiento del alcoholismo en el estado de Minnesota: Pioneer House, Hazelden y Willmar State Hospital.
Ya en sus principios, este modelo, aunque no establece una relación entre la adicción y alguna condición física o psiquiátrica, sí que plantea el alcoholismo como una enfermedad de la que no se debe responsabilizar a la persona. Este modelo rompe con la creencia que existía hasta el momento de que la adicción era un síntoma de otra enfermedad y comienza a plantearse como núcleo del problema, pasando a ser una enfermedad primaria que no tiene cura y precisa de una recuperación continua y no solamente una consecuencia. Además, para el Modelo Minesota las consecuencias de la adicción son de ámbito físico, mental, emocional, espiritual y también social.
La Adicción y el Modelo Minnesota
El modelo Minnesota se basa por tanto en estos supuestos:
- La adicción es una enfermedad crónica, progresiva y mortal de necesidad si no se detiene.
- Es una enfermedad crónica y primaria, no un síntoma.
- La adicción es uno de los síntomas de esta enfermedad.
- El adicto tiende a negar esta enfermedad.
- El adicto no es responsable de padecer esta enfermedad.
- La meta es la recuperación del adicto a través de un cuidado continuado, no la cura.
- La adicción debe abordarse de manera multidisciplinar.
- Se apuesta por trazar un plan de rehabilitación individualizado para cada paciente.
- La recuperación se facilita con el apoyo del entorno del adicto estableciendo una red que mantenga esta recuperación.
- Se persigue el bienestar integral del paciente: físico, mental, emocional y espiritual.
¿Cómo aborda la adicción?
El Modelo Minnesota propone un tratamiento intensivo de rehabilitación en un corto espacio de tiempo, permitiendo al paciente incorporarse rápidamente a sus actividades diarias y sin salir de su entorno.
El enfoque del Modelo Minnesota se basa en los Doce Pasos de AA y es integral y multidisciplinar.
Objetivos
Entre los objetivos a conseguir por parte de la persona que se rehabilita bajo la premisa del Modelo Minnesota se encuentran:
- La abstinencia absoluta del consumo y la dependencia de todo tipo de drogas
- Reconstruir la vida del adicto de manera integral: física, mental, emocional y espiritualmente
El paso previo a la consecución de estas dos metas pasa por alcanzar otros objetivos previos a corto plazo tales como:
- Que tanto el adicto como su familia sean capaces de reconocer la enfermedad y sus consecuencias.
- Que el adicto sea capaz de identificar las conductas nocivas para su vida como primer paso para poder convivir con ellas de manera saludable.
- Que la persona que padece la adicción sea capaz de admitir que necesita ayuda y que el cambio es posible.
- Que el adicto pueda tomar acción para llevar un modelo de vida saludable gracias al apoyo de una red de cuidado del mismo.
Fases del Modelo Minnesota
Para lograr todo esto el tratamiento del Modelo Minesota debe pasar por tres fases:
Primera Fase
Tras la evolución previa se establece con el adicto un contrato terapéutico mediante el cual el paciente se compromete a cumplir el tratamiento. Esta fase tiene una duración de tres semanas en las que ha de darse una abstinencia absoluta.
Segunda Fase
Período de sobriedad. Tiene una duración de aproximadamente dos años.
Tercera Fase
Recuperación y autonomía.
¿Es una buena opción?
En resumen, el Modelo Minesota de rehabilitación, es intensivo, y trabaja tanto con terapias individuales como grupales, poniendo su base en los doce pasos de Alcohólicos Anónimos y mediante el cual el paciente, puede realizar la terapia sin salir de su entorno, y contando con el apoyo de su familia, así como de una red de ayuda durante todo el proceso.
Es muy importante la familia con el enfermo