El Diazepam crea adicción
Uno de los fármacos más conocidos y utilizados para contrarrestar la excitación neuronal es el diazepam, que facilita la unión del ácido gamma-aminobutírico (GABA), transmisor inhibidor, con su receptor en el sistema nervioso central.
Se utilizan en el tratamiento de la ansiedad, el insomnio, el síndrome postraumático, las fobias, la esquizofrenia, e incluso en pacientes con cáncer, para paliar el estrés que produce este tipo de enfermedades crónicas. El Diazepam igual que por ejemplo el Lorazepam o cualquier benzo, crea adicción, sin duda.
¿Qué es el diazepam?
El diazepam, mundialmente conocido como Valium, es un medicamento de acción prolongada que, a través de su administración, aumenta la actividad del transmisor inhibidor GABA, reduciendo con ello la acción de ciertas zonas neurálgicas del cerebro. Directamente, influye sobre el sistema límbico, el tálamo y el hipotálamo.
Produce somnolencia, disminución de la ansiedad y la casi instantánea relajación de los músculos. Esto significa que, debido al riesgo de adicción que pudiera conllevar a una sobredosis y, con ella, a la muerte, vender o regalar esta sustancia es un acto al margen de la ley.
El tratamiento no debe prolongarse en el tiempo, y estar sujeto a una reevaluación periódica para determinar la necesidad o no de continuarlo.
¿Qué produce en el organismo?
Antes de comenzar el tratamiento con diazepam, se deben tener en consideración una serie de factores, ya que su incidencia sobre ciertos órganos del cuerpo, sobre todo si no se tiene el debido control, puede ser letal.
Está contraindicado en personas con algún tipo de patología renal o hepática, dificultades respiratorias, debilidad muscular grave, alergias a los componentes del medicamento y pacientes con otro tipo de dependencias, tales como el alcoholismo o el abuso de otras sustancias psicotrópicas o estupefacientes.
La dependencia al fármaco ocurre, principalmente, tras la toma ininterrumpida del mismo. Por lo tanto, para reducir al máximo el riesgo de habituación, deben respetarse ciertas medidas, sobre todo en pacientes mayores.
Normalmente, los ancianos suelen responder satisfactoriamente al tratamiento con dosis más bajas que las que necesitaría una persona joven. Además, contiene lactosa, por lo que se descarta su uso en pacientes con intolerancia a ciertos azúcares. Su administración puede ser por vía oral o intravenosa, en presentaciones de 5 o 10 miligramos.
Impacto social
La automedicación, el abuso y la posterior dependencia a las benzodiazepinas se llegó a considerar como un problema de salud pública desde la década de los años ochenta, cuando el consumo de este fármaco se elevó a niveles insospechados, ya que era muy económico y de venta libre en todas las droguerías y farmacias del mundo.
Los datos arrojados por diversos estudios condujeron a instaurar políticas para el control de la venta de este tipo de sedantes, las cuales se iniciaron con la promulgación que instauró la Receta Médica Retenida para su despacho al público.
Fue, precisamente el diazepam, el tipo de benzodiazepina consumida con mayor frecuencia y en más altas dosis por los usuarios entrevistados en aquel entonces, quienes reportaron algún tipo de trastorno mental. No obstante, llaman la atención los diagnósticos que contradicen la acción natural del fármaco, tales como el insomnio.
Indicaciones y como tomar diazepam
Las indicaciones para la administración de diazepam es específica. Se usa como un supresor de la ansiedad, la agitación y la tensión psíquica producida por estados de neurosis y trastornos temporales. En cirugía, funciona, además, como una premedicación para inducir a la anestesia.
Es un gran coadyuvante en el tratamiento de personas con problemas de alcoholismo, así como en pacientes tratados por dolor muscular u óseo, espasmos, o algún tipo de patología local generalizada. Por otro lado, es un anticonvulsivo bastante efectivo en niños mayores de un año.
Efectos secundarios
Entre los efectos secundarios más comunes derivados de la ingesta de diazepam se encuentran los relacionados con la somnolencia, el aplanamiento de las emociones, conocido también con el nombre de embotamiento afectivo, reducción significativa del estado de alerta, fatiga, desorientación espacial, dolores de cabeza, mareo y debilidad muscular generalizada.
Cómo dejar de tomar diazepam
Abandonar la dependencia a esta y otras benzodiacepinas es posible, y hasta puede ser muy elemental.
Solo basta con acatar ciertas premisas como, por ejemplo, que sea un proceso negociado entre médico y paciente, con la debida supervisión médica y con un calendario estipulado para la supresión del fármaco acordado entre ambos.