Una época en la que se inician adicciones y aumentan las recaídas
Todos los estudios demuestran que, las adicciones, aumentan en verano y que es durante la época estival cuándo más recaídas se producen. Este hecho está directamente relacionado con el incremento de la interacción social, del tiempo de ocio y el aumento de la temperatura. Todos estos factores pueden favorecer la predisposición del adicto a las recaídas, así como generar nuevas conductas adictivas.
En el verano es común disponer de mayor cantidad de tiempo libre y de horarios más desorganizados, más actividades de ocio y planes nocturnos y mayor número de reuniones familiares y de amigos. A pesar de todo lo positivo que conlleva esto, para las personas que padecen una adicción, el aumento de este tipo de actividades supone una mayor probabilidad de recaída. Además, también se da una correlación entre el estado anímico y el aumento de las temperaturas ya que, este hecho, puede alterar el estado anímico del adicto, provocándole ansiedad, tristeza o una sobre excitación y propiciando con ello el consumo o la actividad adictiva.
La predisposición de la persona juega un papel importante, tanto sus rasgos de personalidad (habilidades sociales, autoestima…), los factores psicológicos (estrategias de afrontamiento, fuerza de voluntad…) como los fisiológicos y, durante el verano, el incremento de neurotransmisores como noradrenalina y la dopamina o los niveles de algunas hormonas, pueden incrementar las conductas impulsivas.
Las rutinas son muy importantes para las personas que padecen cualquier tipo de adicción y con el verano también se dificultan, sobre todo durante el período vacacional, así como el hecho de mantenerse en un entorno de control estimular, es decir, alejado de los estímulos que pueden provocar el deseo de consumo o la actividad adictiva, pero en verano, no resulta nada sencillo, debido al aumento de planes y la distensión.
La presión social se convierte en un factor que amenaza la estabilidad de cualquier persona que padece una adicción.
En relación a los tipos de adicciones que aumentan durante el periodo estival podemos decir que, en términos generales, todo tipo de adicciones se ven afectadas. Si bien es cierto que, la normalización del uso del alcohol, supone un riesgo añadido para las personas que tienen este tipo de adicción, el resto de adicciones a substancias también se incrementan con el aumento de tiempo de ocio.
Al respecto de las adicciones conductuales, podemos señalar que, la adicción al juego, también se ve afectada durante el periodo vacacional, así como las adicciones a las nuevas tecnologías, a los videojuegos y a las compras por internet, adicciones en las que la posibilidad de disfrutar de mayor tiempo libre supone un riesgo añadido.
Algunos consejos para disminuir el riesgo de recaídas
En primer lugar, es fundamental no exponerse a situaciones en las que los estímulos puedan propiciar el consumo o la actividad adictiva puesto que esta exposición es susceptible de desencadenar un deseo incontrolable y mantener el control estimular protege a la persona adicta.
Mantener un horario y una rutina saludable.
Realizar actividades que provoquen bienestar destinadas al autocuidado: ejercicio, actividades saludables al aire libre, lectura, yoga o meditación etc.
Procurar la compañía de personas de confianza alejadas del ámbito del consumo o de la actividad que provoca la adicción.
Solicitar ayuda profesional especializada en caso de ser necesario.
Pero, por otra parte, el verano, también puede convertirse en un buen momento que puede ser aprovechado para abandonar una adicción o para reforzar los recursos de las personas en recuperación y para dedicar tiempo al tratamiento y se debe tener en cuenta la posibilidad de realizar un internamiento en caso necesario.
En todo caso, lo más importante es mantenerse alerta, procurar alejarse de la oportunidad y aprovechar el verano para disfrutar de forma saludable.