Codependencia y adicción
¿Qué es la codependencia?
En los años cincuenta es cuando el concepto de codependencia comienza a utilizarse para hacer referencia a aquellas personas que mantenían una relación personal con un alcohólico y facilitaban su adicción. Más tarde, este concepto se fue ampliando también a aquellas personas que se esforzaban en cuidar o salvar a un adicto, involucrándose en situaciones de conflicto y padeciendo ante los fracasos y llegando a desarrollar en este proceso, conductas tan disfuncionales como las del propio adicto.
Por último, el termino codependencia se ha ido generalizando a los allegados de personas con otras dependencias y también se ha comenzado a aplicar a aquellas personas que desarrollan una dependencia emocional y un miedo al abandono en sus relaciones personales.
La codependencia emocional
Pero, en términos generales, la codependencia puede definirse en múltiples sentidos: como un patrón de vida disfuncional que surge en la familia de origen ocasionando una interrupción en el desarrollo y ocasionando la sobrerreacción del codependiente a lo externo a él y la hiporreacción a lo propio, a sus emociones, deseos y necesidades, como el conjunto de rasgos identificables que presentan los allegados de un adicto y que, en muchas ocasiones llegan a ser inclusive más disfuncionales que los de la persona enferma.
Y, también, como un esquema de dependencia patológica de otros, acompañada de comportamientos compulsivos y de búsqueda de aprobación ajena con el objeto de conseguir seguridad, identidad y autoestima. En este link puedes encontrar más información al respecto de este último punto, la codependencia emocional.
La codependencia y adicciones
En cualquier caso, codependencia y adicción van de la mano e, incluso, podríamos afirmar que la codependencia es también una adicción y comparte de hecho, muchas de las características de la misma: la obsesión, la negación, la compulsión, la pérdida de control y la dependencia patológica, en este caso de otra persona y sus conflictos.
En la codependencia, de hecho, aparece una enorme necesidad de control sobre el otro, propiciada por la baja autoestima, la inseguridad, la dificultad al poner límites, y un autoconcepto negativo, el codependiente, además, tiende a reprimir sus propias emociones o a victimizarse, a tener conductas compulsivas e ideas obsesivas, a actuar de forma hiperresponsable o por el contrario, temeraria, a negar el problema y a pasar por encima de las propias necesidades haciéndose cargo de los problemas del otro por temor a ser abandonado.
Ya se trate de aquellos casos en los que, la persona, se involucra de manera obsesiva en los problemas de una persona con adicción o de aquellos casos en los que, el vínculo, se transforma en enfermizo y la dependencia emocional lleva al codependiente a tratar de “salvar” al otro, perdiendo el control de su propia vida y de sus límites, llegando al debilitamiento de su propia identidad y la negligencia consigo mismo, codependencia y adicción son conceptos que no pueden entenderse por separado.
Efectos paradójicos
Paradójicamente, además, en el caso de las personas cercanas a un adicto, se termina produciendo un efecto de “facilitación”, esto es, estas personas terminan por desarrollar una serie de comportamientos que, no solo no consiguen frenar la adicción, sino que facilitan y propician su mantenimiento puesto que, la conducta codependiente es también una respuesta disfuncional al proceso adictivo.
Los codependientes van progresivamente volviéndose más disfuncionales y justifican en virtud de su “intención de ayuda” sus conductas, que oscilan en la mayor parte de los casos entre la colaboración y la agresión.
Es por este motivo que, en el tratamiento de cualquier adicción, la inclusión de la familia en el proceso de recuperación se vuelve indispensable a fin de sanar, no solo la enfermedad adictiva, sino también todo el funcionamiento intrafamiliar desestructurado y los roles enfermos que se han ido forjando.
Superar la adicción
El proceso de recuperación de cualquier adicción precisa tratamiento y, de igual manera, la codependencia puede requerir de ayuda externa para ser superada.
El primer paso, en cualquiera de los dos casos, es superar es estado de negación para poder dejar de racionalizar y justificar las conductas nocivas.
Es necesario el apoyo de personas con las que poder mantener relaciones seguras, saludables y estables que faciliten el proceso de sanación y el reaprendizaje de una nueva forma de relacionarnos con el mundo y nuestra propia identidad, en la que seamos capaces de poner límites, de valorarnos y mejorar el cuidado de nosotros mismo para alejarnos de la dependencia, ya sea hacia una substancia o hacia los otros.