Adicciones y tratamientos
¿Qué es la adicción? Tipos, tratamientos
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¿Qué es la adicción?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la adicción como una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia hacia una sustancia o conducta que se utiliza de manera compulsiva en la que la persona la realiza independientemente de las consecuencias negativas que se generan a su alrededor.
Durante años esta enfermedad ha estado estigmatizada. Se percibía al adicto como una persona inmoral, viciosa, débil de carácter, sin escrúpulos, que recurría a esa sustancia o conducta porque así lo decidía. Sin embargo, hoy en día sabemos que la adicción es una enfermedad cerebral, física y de las emociones, caracterizada por una serie de signos y síntomas clínicos, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, sociales y psicológicos. Afecta a la salud física, mental, emocional y espiritual de la persona enferma. La vida del adicto se encamina, casi en exclusiva, a la obtención y consumo de la sustancia. Todo lo demás, familia, amigos, trabajo, aficiones, incluso él mismo, queda en un segundo plano. Sólo hay una cosa, un único plan: el consumo.
Por otro lado, la ASAM (Asociación Americana de Medicina de la Adicción), define la adicción como una enfermedad primaria, crónica, con factores genéticos psicosociales, y ambientales que influye su desarrollo y manifestaciones. La enfermedad es, frecuentemente, progresiva y fatal, caracterizada por episodios continuos o periódicos de descontrol sobre el uso, uso a pesar de consecuencias adversas y distorsiones del pensamiento, siendo el más notable, la negación de su problema real.
Enfermedad significa una discapacidad involuntaria. Representa la suma de fenómenos anormales que se presentan en un grupo de individuos. Estos fenómenos están asociados con un conjunto específico de características comunes, por lo que estos individuos defieren de la norma y, los coloca, en desventaja.
Primaria, ya que se refiere a la naturaleza de la adicción como entidad patológica separada de otros estados pato fisiológicos que pueden estar asociados.
Primaria, por que se refiere a que la adicción no es un síntoma de otro proceso patológico subyacente
Frecuentemente, progresiva y fatal, hace referencia a que la enfermedad persiste a lo largo del tiempo y que los cambios físicos, emocionales, y sociales son frecuentemente acumulativos y progresan mientras el uso de sustancias /conductas, continua. La adicción causa la muerte prematura a través de sobredosis, complicaciones orgánicas que involucran al cerebro, hígado, corazón, y otros órganos, dependiendo del tipo de adicción. Contribuye a la ocurrencia de suicidios, homicidios, violencia, maltrato, y violaciones, abuso sexual, accidentes, y otros eventos traumáticos interpersonales y/ o familiares.
Descontrol, se refiere a la inhabilidad para limitar el uso de la sustancia/conducta, la duración del episodio de uso, la intensidad del uso, y las consecuencias conductuales del uso.
Cuando hablamos de preocupación asociada con el uso nos referimos a la inversión excesiva de atención hacia el consumo, el sustrato del consumo, los efectos del mismo, las situaciones relacionadas con el consumo. Esto lleva consigo una gran inversión de energía y tiempo en las actividades adictivas, traduciéndose en un relativo descuido de los intereses importantes de la vida diaria.
Las consecuencias adversas son aquellos problemas relacionados con el uso que hacen que parezcan problemas en las áreas de salud física, funcionamiento psicológico, funcionamiento ocupacional y problemas legales, financieros y espirituales.
La negación es usada aquí, no solo en el sentido psicoanalítico de un simple mecanismo de defensa que descalifica el significado de los eventos, sino más ampliamente, incluyendo un amplio rango de maniobras psicológicas, diseñadas para reducir la conciencia del hecho de que el uso es la causa de los problemas del individuo más que una solución a estos problemas. La negación se convierte en una parte integral de la enfermedad y un obstáculo importante para la recuperación.
Es importante destacar que estamos ante una enfermedad progresiva, fatal y que arrastra todo aquello que la persona que la padece tiene en su vida, inclusive ella misma. Sin embargo, existe una salida, la recuperación como consecuencia de un tratamiento adecuado.
¿Qué signos podemos detectar en la persona adicta?
Existen algunas alertas que debemos reconocer para saber si padecemos, o si alguien de nuestro círculo, padece esta enfermedad. Podemos destacar, entre otras, las siguientes:
- Deterioro social. La persona enferma tiene un deterioro absoluto de sus relaciones tanto sociales, laborales como familiares. Se producen ausencias, falta de productividad laboral, problemas económicos o distanciamiento de personas que no acompañan en ese consumo o conducta.
- Consumo en aumento. Lo que empezó en una primera fase como un consumo recreativo, comienza a ocupar la mayor parte del tiempo de la vida de la persona adicta, convirtiendo el cómo conseguirlo y consumirlo en el centro de su vida.
- Cambios de humor, abandono de aficiones, aislamiento o irritabilidad.
- Si se está utilizando la sustancia o la conducta adictiva para cambiar su estado de ánimo porque este le resulta insoportable.
- Uso de la mentira para justificar o tapar algunas de sus conductas. En casos extremos puede haber conductas de hurto para conseguir dinero en el caso que lo necesite para seguir con su adicción. No reconoce que tenga un problema. No quiere hablar de ello.
- Falta de control en el consumo.
- Negación y evasión del problema.
- Falta de sano juicio. La persona enferma toma decisiones erráticas e incurre, una y otra vez, en los mismos errores.
¿Existen varios tipos de adicción?
Dentro de las adicciones encontramos dos clasificaciones:
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Adicciones con sustancia
Una persona usa una sustancia para obtener bienestar o satisfacción inmediato, por mucho que todas las consecuencias sean negativas. El cerebro reacciona tras su uso prologando, graba la sustancia y requiere de más cantidad en menos tiempo, cambiando químicamente el cerebro a corto y largo plazo.
Algunos ejemplos son: cocaína, cannabis, anfetaminas, benzodiacepinas, tabaco, heroína y alcohol.
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Adicciones sin sustancia
Las compras, el juego, las nuevas tecnologías, etc.…, aportan breves períodos de euforia o calma, unidos a disparadores de la dopamina, lo que conlleva a su recurrencia para evadirse de la realidad. Este aprendizaje profundo hace que este comportamiento se ejecute con mayor frecuencia, aunque las consecuencias sean cada vez mayores. Este tipo de adicción es más sutil ya que nos lleva a preguntarnos si la persona está enferma o no, y debemos echar mano de ayuda profesional para averiguarlo, pero podemos estar atentos a algunas alertas que mencionaremos a posteriori.
Ambas tienen en común que la persona sufre una pérdida de control en cuanto al consumo o uso. Este es el elemento principal que debemos tener en cuenta a la hora de ponernos en recuperación,
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